El primer conocimiento definido y confiable de la fiesta en Oeste vino desde Inglaterra; se encuentra en el calendario de Old Minster, Winchester (Conceptio Sancta Dei Genitricis Maria), que data desde cerca del 1030, y en otro calendario de New Minster, Winchester, escrito entre 1035 y 1056; un pontifical de Exeter del siglo XI (datada entre 1046 y 1072) contiene una «benedictio in Conceptione S. Mariae»; una favor similar se encuentra en un pontifical de Canterbury escrito probablemente en la primera centro del siglo XI, ciertamente ayer de la Conquista. Estas bendiciones episcopales muestran que la fiesta no se encomendaba sólo a la devoción de los individuos, sino que Cuadro reconocida por la autoridad y observada por los monjes sajones con considerable solemnidad. La evidencia muestra que el establecimiento de la fiesta en Inglaterra se debió a los monjes de Winchester antaño de la Conquista (1066).
, ¿a qué nos invita esa solemnidad de la Inmaculada Concepción a nosotros? San Pablo nos rebate en la segunda repaso de hoy, escrita a los efesios: el Padre nos ha favorito desde la cielo en Cristo para ser santos e inmaculados en su presencia en el aprecio. Esto requiere de nosotros una lucha ascética, que dura toda nuestra vida, contra el pecado.
Ella, que conservó la esperanza aun en la prueba extrema, ¿no nos pide que no nos desanimemos cuando el sufrimiento y la muerte llaman a la puerta de nuestra casa? ¿No nos pide que miremos con confianza a nuestro futuro? ¿No nos exhorta la Inmaculado Inmaculada a ser hermanos unos de otros, todos unidos por el compromiso de construir juntos un mundo más ajustado, solidario y pacífico?
Él nos muestra que esto es posible para los seres humanos a través de su Agudeza. En palabras de San Juan Pablo II, podemos opinar que “María, al flanco de su Hijo, es la imagen más perfecta de la autodeterminación y de la independencia de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia ella, Madre y modelo, para comprender en su integridad el sentido de su comisión”.
En su corazón no hay ni sombra de altivezísmo: no desea falta para sí, sino sólo la salvación de Dios y la salvación de los hombres. El mismo privilegio de ser preservada del pecado original no constituye para ella un título de gloria, sino de servicio total a la representación redentora de su Hijo.
Con la plenitud de Gracejo que le fue otorgada, Altísimo fue preparando a María para hacerla digna raíz de Hijo divino. Digna humanamente para que contribuyera a forjar con toda su envero la personalidad humana de este Hijo. Y digna espiritualmente, porque su corazón y su seno se convirtieran una nueva arca de la alianza, un templo santo para acoger la santidad divina del Hijo.
He aquí la alabanza de la Inmaculada, que la liturgia de hoy proclama con las palabras de la Carta a los Efesios. Y toda esta riqueza de la teología de Pablo se puede encontrar encerrada asimismo en estas dos palabras de Lucas "Llena de gracia" (
plataforma de divulgación filosófica » El dogma de la Inmaculada Concepción: origen y significado
con la que todos somos abarcados en Nazareno: en el Hijo Infinito-Verbo, que se hizo carne al llegar la plenitud de los tiempos.
En el Solemnidad de la Inmaculada Concepción Menaion del 9 de diciembre esta fiesta ocupa sólo un segundo plano, pues el primer canon se canta en conmemoración de la dedicación de la Iglesia de la Resurrección en Constantinopla. El hagiógrafo ruso Muraview y varios autores ortodoxos levantaron su voz contra el dogma posteriormente de su promulgación, aunque sus propios predicadores anteriormente habían enseñado la Inmaculada Concepción en sus escritos mucho antiguamente de la definición de 1854.
es el cumplimiento de esta "enemistad" a la que se refieren las palabras del Proto-evangelio: "Establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya" (
Para determinar el origen de esta fiesta debemos tener en cuenta los documentos genuinos que poseemos, el más antiguo de los cuales es el canon de la fiesta, compuesto por San Andrés de Creta, quien escribió su himno litúrgico en la segunda mitad del siglo VII, cuando Cuadro monje del monasterio de Santo Sabas cerca de Jerusalén (murió siendo arzobispo de Creta alrededor de el 720). Pero la solemnidad no pudo estar Inmaculada Concepción generalmente aceptada en todo Oriente en ese entonces, pues Juan, primer monje y luego prelado de la Isla de Euboea, cerca de el año 750, hablando en un sermón a atención de la propagación de esta fiesta, dijo que no era todavía conocida por todos los fieles (ei kai me para tois pasi gnorizetai; P.
– aluden específicamente a dos características claves de la naturaleza de María: su absoluta pureza –
Como un hijo plataforma los Fanales al rostro de su mamá y, viéndolo sonriente, olvida todo miedo y todo dolor, Ganadorí nosotros, volviendo la mirada a María, reconocemos en ella la "sonrisa de Dios", el refleja inmaculado de la bombilla divina; encontramos en ella nueva esperanza incluso en medio de los problemas y los dramas del mundo.